Una abarrotada Biblioteca Municipal arropaba a Hilga Miller en la presentación de su obra ‘Altea y otros sitios 1956-1968’, el pasado martes por la tarde. Un acto que reunía a decenas de alteanos y alteanas, entre ellos el alcalde, Diego Zaragozí y numerosas personas vinculadas al ámbito de la cultura local y fotografía, en muestra del gran afecto y reconocimiento que sienten por la fotógrafa, de origen holandés, afincada en Altea desde hace 6 décadas.
El acto estuvo presidido por la edil de Cultura, Pepa Victoria Pérez, quien destacaba el profundo vínculo de Hilga Miller con el municipio, donde ha vivido desde 1956, más de sesenta años, en el barrio de Sant Roc, así como la importancia de su obra como testigo visual de la Altea de mediados de siglo XX.

La responsable municipal de Cultura ponía en valor la mirada sensible y respetuosa de Hilga Miller, capaz de captar la belleza de la vida cotidiana y de escenas tan emblemáticas como las mujeres vestidas de negro camino del cementerio, els ‘bous al carrer’, la labranza de los campos, la colada tendida, entre muchas otras imágenes que forman parte de la memoria colectiva del pueblo.
La presentación incluyó un agradecimiento especial a Elyakim Rinat, impulsor del proyecto editorial, sin el cual el libro no habría sido posible, así como a Vicente Sellés, que fue el encargado de hacer una explicación más exhaustiva del contenido del libro.
El acto concluía con un emotivo reconocimiento a Shelley, persona que acompaña y cuida Hilga Miller, destacando su tarea discreta pero fundamental.
En palabras de Pérez, “con esta publicación, Altea recupera y preserva una parte esencial de su memoria visual, reafirmando el compromiso municipal con la cultura y la conservación del patrimonio histórico y emocional del pueblo”.













